Las ondas de choque de baja energía son una tecnología utilizada en varios campos médicos, conocida por su capacidad para tratar ciertas patologías de manera poco invasiva.
Las ondas de choque son impulsos acústicos de alta energía. En el contexto médico, las ondas de choque de baja energía se refieren a impulsos con una intensidad menor en comparación con las ondas de choque tradicionales. Estas ondas se aplican externamente y pueden penetrar en los tejidos del cuerpo.
Tratamiento de Problemas de Fertilidad y Disfunción Eréctil: Recientemente, han sido exploradas en el tratamiento de la disfunción eréctil y ciertos problemas de fertilidad masculina al mejorar la circulación sanguínea.
Una de las principales ventajas de las ondas de choque de baja energía es que son un tratamiento no invasivo, lo que reduce el riesgo de infecciones y complicaciones asociadas con los procedimientos quirúrgicos. Además, suelen tener menos efectos secundarios y un período de recuperación más corto.
Durante un tratamiento, un dispositivo que genera ondas de choque se coloca sobre la piel en el área a tratar. El tratamiento puede acompañarse de una sensación de golpeteo o vibración en la zona de aplicación.
La efectividad de las ondas de choque de baja energía puede variar según la condición tratada y la respuesta individual de cada paciente. En muchos casos, los pacientes experimentan alivio del dolor y mejoría en la función después de varias sesiones.