¿Sabías que dentro de tu vagina vive un pequeño ejército de bacterias que te protege a diario?

Sí, has leído bien. Y lejos de sonar alarmante, esta noticia es maravillosa. Porque esas bacterias —cuando están en equilibrio— son tus grandes aliadas para mantener tu salud íntima (y urinaria) a raya.

Hoy vamos a hablarte de ese ecosistema tan fascinante como desconocido: la microbiota vaginal.

¿Qué es la microbiota vaginal?

La microbiota vaginal es un conjunto de microorganismos —principalmente bacterias— que viven de forma natural en tu vagina. Y no están ahí por casualidad. Tienen una misión importante: protegerte de infecciones.

En concreto, se encargan de mantener un ambiente ácido (con un pH entre 3.5 y 4.5), lo cual impide que bacterias dañinas o patógenos campen a sus anchas. También producen sustancias antimicrobianas, como el peróxido de hidrógeno o las bacteriocinas, que actúan como escudo frente a los invasores no deseados.

Los protagonistas: los lactobacilos

Cuando hablamos de microbiota vaginal, los verdaderos héroes son los lactobacilos. Estas bacterias componen entre el 90 % y el 95 % de la flora vaginal en mujeres sanas.

• Algunas de sus funciones clave:
  Mantener un pH bajo gracias a la producción de ácido láctico.
• Producir compuestos antimicrobianos.
• Adherirse al epitelio vaginal, impidiendo que las bacterias patógenas se enganchen.

Imagina que estos lactobacilos forman una alfombra protectora que recubre tu zona íntima por dentro. Esa capa invisible es la que mantiene el equilibrio y evita que se desate el caos.

¿Qué pasa si se rompe el equilibrio?

Cuando por algún motivo disminuyen los lactobacilos (por ejemplo, tras tomar antibióticos, durante la menstruación o con ciertos anticonceptivos), el equilibrio se rompe. A esto se le llama disbiosis.

¿Y qué consecuencias tiene?

• Aparición de infecciones como la vaginosis bacteriana o la candidiasis.
• Mayor probabilidad de infecciones urinarias.
• Más riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS).
• Incluso, en algunos casos, complicaciones después de una cirugía ginecológica.

Factores que influyen en la microbiota vaginal

• Como todo en nuestro cuerpo, la microbiota también está expuesta a factores internos y externos. Algunos que pueden alterarla:
  Cambios hormonales (pubertad, embarazo, menopausia).
• Antibióticos.
• Estrés.
• Duchas vaginales.
• Uso de ropa ajustada.
• Dieta rica en azúcares.
• Uso de anticonceptivos hormonales o dispositivos intrauterinos.
• Consumo de tabaco o alcohol.

En resumen: el equilibrio de tu microbiota vaginal es frágil y merece todos tus cuidados.

¿Qué puedes hacer para cuidarla?

• Aquí te dejamos algunos hábitos sencillos pero poderosos para proteger tu microbiota:
  Evita duchas vaginales. No necesitas “limpiar por dentro”. Tu cuerpo ya lo hace solo.
• Usa ropa interior de algodón y evita prendas ajustadas.
• Hidrátate bien y prioriza una alimentación rica en frutas, verduras y yogures naturales.
• Cuida tu higiene íntima con jabones suaves, sin perfumes ni ingredientes agresivos.
• Consulta con tu especialista si notas síntomas como flujo anormal, picor o escozor.

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