Los tumores suprarrenales malignos y los tumores benignos funcionantes (ej. feocromocitoma), se tratan mediante la extirpación de la glándula suprarrenal, lo que se denomina adrenalectomía.
Existe una glándula suprarrenal apoyada sobre cada uno de los riñones. Las dos glándulas suprarrenales producen varias hormonas que ayudan a regular el metabolismo, el sistema inmunitario, la presión arterial, la glucosa sanguínea y otras funciones esenciales.
La mayoría de los tumores suprarrenales son no cancerígenos (benignos).
Dado que la glándula es relativamente pequeña, la laparoscopia es la mejor forma de tratamiento quirúrgico de las masas adrenales, incluyendo las masas de tamaño grande, los quistes y el feocromocitoma.
Este tipo de cirugía utiliza una cámara pequeña e instrumentos quirúrgicos. Los médicos tienen una vista 3D amplificada del sitio de la cirugía. La cirugía laparoscópica tiene muchos beneficios. Por ejemplo, cicatrices más pequeñas, menos dolor y un período de recuperación más breve que la cirugía abierta tradicional.
La adrenalectomía laparoscópica ha demostrado ser la mejor técnica para la patología tumoral benigna.
Las ventajas que esta técnica reportan al paciente son probablemente superiores a las obtenidas tras la realización de otros procedimientos laparoscópicos cuando se comparan con su equivalente en cirugía abierta, debido fundamentalmente a la localización anatómica de las adrenales.
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